miércoles, 4 de febrero de 2009

Una buena inspiración


ODIO EL INSTANTE EN QUE ALGUIEN DECIDE RENDIRSE
Por: Irma Ramírez




México tristemente se a convertido en un país con una mentalidad inferior, conformista, un amigo decía en una clase “un mexicano al ver a un extranjero frente a él, se baja de la banqueta a la calle, para dar el pase” y seamos realistas no lo hace del todo por cortesía.
Un México que camina con la cabeza abajo esperando recibir antes que participar, un México con las manos extendidas esperando la entrega de un cheque, de una licuadora, una maquina de coser, una camiseta, una gorra, una despensa, entre otras cosas características de estrategias políticas que para algunos no es novedad.
Porque la economía de nuestro país no crece lo suficiente, no avanza para los pobres.

En México es difícil saltar de una clase social a otra, Denisse Dresser en el Gran discurso afirmaba que la clase media era privilegiada y ciertamente tiene razón.
Hoy en día existen aproximadamente 50 millones de ciudadanos pobres y poco más de la mitad viven en pobreza extrema.
He tenido la oportunidad de visitar comunidades rurales, y es lamentable percibir el aroma a pobreza, a conformidad, pero aún cuando pueda existir la lucha diaria es increíble que el hijo de un obrero tenga solo el 10% de posibilidad de convertirse en un profesional.

La educación conformista y bien cierto errónea de padres a hijos en México desde pequeños, el ¡No puedes! ¡Eres un inútil!,! Bueno para nada! bloquea en un futuro su desarrollo, como lo vemos hoy.

En México no existen líderes que piensen en la educación como prioridad, pero si prefieren invertir en infraestructura, puentes, segundos pisos, carreteras que llevan el nombre de los miembros del gobierno. Un gobierno basado no en merito sino en relaciones, no en excelencia sino en contactos, donde las puertas se cierran para los innovadores, los pobres, los que si pudieran aprovechar oportunidades, los creativos, los provincianos, los que podrían hacer un cambio, los que cruzan a la frontera para buscar superarse porque en su país retrocede y ellos con él.
Anualmente más de 400 personas a emigran a los Estados Unidos, buscando una mejor vida, lo que quiere decir que de cada 1 de 5 mexicanos de edades entre 25 y 35 años viven en Estados Unidos.

Ciertamente en México no se había experimentado una crisis como la que vive hoy, es cierto también que en México existe el programa de oportunidades, pero eso desgraciadamente no es suficiente para garantizar un desarrollo y una movilidad social.
Las cifras no mienten la educación esta estancada, hoy en día cada vez menos personas en edades entre 25 y 34 años poseen una educación superior.

México un país adicto y presa por más de 30 años del petróleo, inclinado a incrementar la venta del mismo, no interesado en la competencia sino en cuanto extraer, no interesado en innovar sino donde cavar.
Y luego nos preguntamos ¿Dónde quedan todas esas utilidades?

México necesita un capitalismo innovador y dinámico, el cual no existe, pero debería existir para poder evolucionar, ya no puede estar desaprovechando el tiempo y mucho menos el dinero.

El sistema educativo en México cuesta pero no rinde lo suficiente, ofrece poca educación la cual no permite que surja una competitividad, entrena para obedecer, no para actuar, para aceptar y no para actuar, para trabajar como empleados y no como emprendedores.
México solo podrá prosperar cuando su gente este educada y diga ¡si se puede salir adelante!, tenemos a países como Corea del Sur, China, Irlanda, tan solo por mencionar algunos que lograron progresar.

Mateo 9:37, con este pasaje bíblico podemos explicar la poca participación y carente competitividad a nivel mundial que existe en México.

México esta en riesgo, y para modernizarse es necesario empezar por los maestros y claro esta, por quien se encarga de moverlos.
No solo es una labor política sino de cada uno de nosotros. Los mexicanos ponen su esperanza en un individuo “cambiador” cada 6 años, pero lo que en verdad necesitan es cambiarse primeramente a si mismos.
Comenzar a reconocer de no hay “cambiadores”, sino ciudadanos.
Empezar a destituir todo tipo pensamiento que más conformista, cae en lo pesimista ¡Así es México!, ¡La sociedad no puede ser educada!, ¡La corrupción no puede ser combatida! ¡Los mexicanos siempre pierden! y que el problema de esto es que los ciudadanos conformistas engendran políticos mediocres y corruptos.
Durante tiempo México a estado arrendado, no ah pertenecido del todo a los ciudadanos, por esa razón pocos lo cuidan.
Necesitamos tener cada uno de nosotros como mexicanos, un coraje de tipo moral, un coraje por mejorar.
Hay tanto por hacer, pero las pequeñas acciones conllevan a grandes cambios, ¿De que nos sirve la experiencia, los dones, los talentos, sino los utilizamos para mejorar el territorio donde vivimos y donde vivirán nuestras futuras generaciones?
De nada vale estarse lamentado, esperando un cambio para México, nosotros somos el cambio. Existen muchas cosas por las cuales luchar, nunca es tarde para comenzar de nuevo.
Filipenses 3:13
México no es ningún presidente, ni diputado, ni senador, Nosotros somos México.

Inspirado en Denise Dresser, admirable mujer que no se detiene y alza su voz, gritando justicia.








BIBLIOGRAFÍA

Dresser, D. (2007) De la Sumisión a la Participación Ciudadana (partes 1-4). México
Fotografía por:
http://www.google.com/


Si quieres escuchar el discurso por Denise Dresser checa este link:
http://www.coparmex.org.mx/nuevositio/videoStream/eventos/enc_empr_denisseDresser_121007.htm

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